jueves, 29 de julio de 2010

COLECTIVO DE PERUANOS EN FRANCIA

Construyamos juntos un país para todos


Perú 1821 – 2010: Concluir el proceso de la independencia


PARIS-FRANCIA, 28.07.2010 (Colectivo de Peruanos en Francia).-

1821 marca el nacimiento del Perú como república, desde entonces todos los 28 de julio se celebra esa fecha, conocida como la fecha en que el Perú juró su independencia.



No obstante haber transcurrido 189 años, la constatación nos trae a la realidad de una independencia inconclusa, producto de la incapacidad de una aristocracia criolla más esperanzada en un cambio de mando sin mayores sobresaltos que a la iniciativa de consolidar los logros de las acciones militares emprendidas por los ejércitos de San Martín y Bolívar, zanjados en las pampas de Junín y Ayacucho.



Así, la aristocracia criolla se afanó en continuar en su lógica de encomenderos y repartidores antes que devenir en la clase dirigente que la nueva realidad imponía, inconsecuentes hasta el hartazgo, su pusilanimidad los llevó a abandonar hasta la lucha por sus propios intereses económicos, deviniendo en una clase rastrera, sin perspectiva ni alternativas y más bien administradora del país, de sus hombres y sus riquezas, en beneficio de las grandes potencias neocolonialistas; clase incapaz de sentar las bases de una nación económica y políticamente independiente, democrática, incluyente y moderna; propició caudillismos militares y anarquismos políticos, viendo en el Estado un medio para hacerse del botín, incitando y desarrollando desde ahí, la corrupción y el clientelaje político, lo que la llevó a la improvisación y a su insolvencia política, militar y moral, manifestaciones palmarias de su estrechez de miras e incapacidad para poner en marcha un proyecto de país con posibilidades de desarrollo, soberano y auto-sostenido. Estas características se han prolongado hasta nuestros días y se han profundizado aún más en las gestiones del Estado por parte de Fujimori, Toledo y García Pérez ,quienes han elevado a su máxima expresión la corrupción del Estado y sus instituciones así como su entreguismo y sometimiento a las grandes potencias imperialistas y la aplicación de su modelo neoliberal.



Las recetas neoliberales impuestas por las potencias imperialistas y aplicadas por estos gobernantes, no han hecho más que profundizar la miseria y la destrucción de las fuerzas productivas en el Perú, acentuando con ello su carácter de país primario exportador.



Producto de estas políticas neoliberales, se ha acentuado el centralismo político y económico en nuestra patria en beneficio de un puñado de politicastros corruptos, nuestra nación continúa siendo una promesa incumplida



y la integración del país sigue siendo una tarea vigente, así como el desarrollo interior y la construcción de un mercado nacional.



En este cuadro, la democracia es más formal que real, donde la exclusión de la población indígena y popular es de una vigencia hiriente, sectores estratégicos para nuestro país como la minería, hidrocarburos, gas, banca, finanzas, servicios, comercios, puertos y aeropuertos, se encuentran en manos de empresas extranjeras, conllevando un proceso de desnacionalización y de privatización de la economía; el campo peruano no escapa a esta lógica, hoy tenemos neo-latifundios que concentran en la mano de una sola persona extensiones de terrenos aún más importantes que las que concentraban en su época haciendas como la Gildemeister. La Amazonía tampoco escapa a esta lógica neoliberal, estando lotizada casi en su totalidad, empujando con ello a miles de indígenas y campesinos a la pobreza y al éxodo; la defensa de esos territorios amazónicos significó los enfrentamiento sangrientos del 5 de junio del 2009, donde se produjeron más de 30 muertos y un número hasta hoy no precisado de heridos y desparecidos.



Se hace necesario entonces, en estos días en que la casta putrefacta se apresta a festejar una independencia que no ha sido realizada plenamente, de reflexionar sobre el futuro de nuestra patria, y abordar las tareas que el presente nos impone para realizar la verdadera independencia, la cual pasa por la refundación de la República, sobre la base de una nueva constitución que refleje y recoja las aspiraciones de nuestros pueblos, que se inscriba en un proyecto nacional, un proyecto de país viable, moderno e integrador que reconozca la diversidad étnica y cultural con identidad propia, sentando las bases de una nación independiente, soberana y digna, culta y libre con inclusión social, trabajando por un Estado unitario, democrático, social, laico, plurinacional, pluricultural, dirigente, regulador y promotor, verdaderamente democrático y profundamente patriótico, que sea el reflejo de una amplia base social, apoyado en la unidad más amplia del pueblo consciente y organizado.



París, 28 de julio del 2010.

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